"... sólo escribo para contarte que acabo de ver una película hermosa........ BELLA, BELLA... la veía y pensaba que ojala la hubieses visto, me dolió el corazón cuando la veía, me quedé sin aliento..."_15 de agosto de 2007_
recién vi stranger than fiction por octava vez... o décima?... la primera vez, lloré. no podía pensar en otra cosa que en eso de aceptar la muerte, de asumir que la vida así tal como era, era eso, aceptar que nos podíamos morir en el momento más feliz, y que por eso mismo había que aprovecharlo todo. no podía quedarme con eso de haberla visto sólo yo, así que me levanté y le mande un mail a alguien con quien de una forma u otra compartía estos pequeños descubrimientos inexplicables, importantes, de esos que a uno lo hacen sentir vivo.
hoy, acabo de pensar que a veces la vida va al revés, que de lo extraordinario podemos pasar a lo ordinario. a la asquerosa rutina, al sentirnos solos aun cuando estemos rodeados de gente, a estar en todos lados y no sentir nada. a saber que eso nos pasa a todos, a ser como todos los demás, y saber, siempre saber, que en algún momentos fuimos extraordinarios, ficticios, a wonderfull woman o la niña más linda del mundo.
desde la pasividad, la desolación, la pérdida de fe, todo es más tranquilo, todo se queda quieto. no suelo contar cuantas veces me cepillo los dientes, pero observo todo como si fuera una foto. la mayoría de las veces, ni siquiera me muevo, miro el humo de mis cigarros, cómo se encienden y se apagan las cosas; en otras se me aprieta el corazón, despierto angustiada algunas noches, las menos echo de menos, pero lo hago.
ahora pareciera que la película va a empezar de nuevo, aunque aquí o allá ya no comparta estas cosas con la misma devoción.
no quiero la pérdida de fe de la que tanto hablo. no quiero la desolación. pero tampoco quiero basar la felicidad en otro ser humano, aunque eso es algo que todavía no concluyo. estoy tranquilo, pero herido... dice la canción.
recién vi stranger than fiction por octava vez... o décima?... la primera vez, lloré. no podía pensar en otra cosa que en eso de aceptar la muerte, de asumir que la vida así tal como era, era eso, aceptar que nos podíamos morir en el momento más feliz, y que por eso mismo había que aprovecharlo todo. no podía quedarme con eso de haberla visto sólo yo, así que me levanté y le mande un mail a alguien con quien de una forma u otra compartía estos pequeños descubrimientos inexplicables, importantes, de esos que a uno lo hacen sentir vivo.
hoy, acabo de pensar que a veces la vida va al revés, que de lo extraordinario podemos pasar a lo ordinario. a la asquerosa rutina, al sentirnos solos aun cuando estemos rodeados de gente, a estar en todos lados y no sentir nada. a saber que eso nos pasa a todos, a ser como todos los demás, y saber, siempre saber, que en algún momentos fuimos extraordinarios, ficticios, a wonderfull woman o la niña más linda del mundo.
desde la pasividad, la desolación, la pérdida de fe, todo es más tranquilo, todo se queda quieto. no suelo contar cuantas veces me cepillo los dientes, pero observo todo como si fuera una foto. la mayoría de las veces, ni siquiera me muevo, miro el humo de mis cigarros, cómo se encienden y se apagan las cosas; en otras se me aprieta el corazón, despierto angustiada algunas noches, las menos echo de menos, pero lo hago.
ahora pareciera que la película va a empezar de nuevo, aunque aquí o allá ya no comparta estas cosas con la misma devoción.
no quiero la pérdida de fe de la que tanto hablo. no quiero la desolación. pero tampoco quiero basar la felicidad en otro ser humano, aunque eso es algo que todavía no concluyo. estoy tranquilo, pero herido... dice la canción.
